No cabe duda de que la eficiencia energética es un factor clave en el hogar, ya que índice directamente sobre el ahorro doméstico. Pero además, la reducción del consumo energético también favorece la disminución de la contaminación derivada del consumo energético, contribuyendo a la sostenibilidad del entorno y a la preservación del medio ambiente.
En este sentido, los cerramientos de cristal son una fantástica solución, ya que permiten conseguir la temperatura adecuada en el hogar aprovechando la luz natural y proporcionando un mejor aislamiento térmico del exterior. Gracias a ello, podemos disfrutar de nuestro jardín o terraza prácticamente en cualquier época del año. Un espacio único más versátil y dinámico donde disfrutar de una comida en familia o relajarse leyendo un buen libro.
Además, hay que destacar que los cerramientos están pensados para tener un ciclo de vida más largo, ya que están fabricados con componentes más resistentes y muy duraderos, garantizando su utilización en lugares de más tránsito de personas. Por este motivo, son la solución ideal para ahorrar en la factura de la luz y aumentar la eficiencia energética.
Eso sí, no todos los cerramientos contribuyen a este ahorro. Para ello, deben cumplir ciertas cualidades, como el vidrio de control solar, que filtra la energía solar. Esto hace que en invierno el interior se vaya calentando de forma progresiva durante el día, sin que sea necesario utilizar la calefacción. Mientras que en verano, el calentamiento se retrasa, permitiendo reducir el uso del aire acondicionado.
¿Por qué instalar un cerramiento de cristal es fundamental para conseguir una mayor eficiencia energética?
Este tipo de cerramiento son muy útiles para aislar el espacio de las condiciones atmosféricas exteriores. Gracias a ello, es posible mantener una temperatura confortable en el interior. Además, están pensados para lograr la máxima impermeabilidad, otro elemento esencial en el ahorro de energía.
Cualquier tipo de cerramiento cuenta con altas capacidades de adaptación a cualquier entorno de viviendas, ya que permite crear ambientes confortables, aislados y atractivos desde el punto de vista estético al mismo tiempo que logran un ahorro energético muy significativo. Pero además, permiten disfrutar de las vistas al mismo tiempo que aíslan de los ruidos del exterior.
A continuación te explicamos algunos de los aspectos de los que podrás beneficiarte al instalar un cerramiento de cristal en tu vivienda, lo que te permitirá usar la energía de un modo mucho más eficiente.
Aislamiento del espacio
Los cerramientos integrados con sistemas de aislamiento térmico de alta calidad contribuyen a reducir el consumo de energía en los sistemas de climatización, lo que ayudará a ahorrar costes y ayudar a reducir la contaminación. Por este motivo, es fundamental apostar por materiales de primera calidad para garantizar un aislamiento total.
Reducen los puentes térmicos
Los cerramientos de cristal contribuyen a minimizar los puentes térmicos, lo que ayuda a lograr la eficiencia energética. Aunque solamente si dichas estructuras metálicas son fabricadas por especialistas que usen los materiales adecuados para evitar dichos puentes térmicos. Un cerramiento con un buen aislamiento térmico tiene que contar con un buen sistema de rotura de puente térmico para evitar las fugas de calor y de aire frío. Con lo cual, resulta determinante en la eficiencia energética del espacio.
Para determinar la calidad del cerramiento, es importante analizar las características del mismo y asegurarse de que se instale correctamente para conseguir un alto grado de eficiencia energética.
Favorecen la estanqueidad
Permiten un auténtico sellado de las estancias si se tiene especial cuidado de que el montaje se lleve a cabo correctamente para evitar que se produzcan pérdidas de frío o de calor. Además, un sellado de calidad bien ejecutado permite disfrutar de un buen confort térmico al mismo tiempo que se aumenta la resistencia y la propia durabilidad de la estructura.
Permiten la entrada de la luz
Las cortinas de cristal permiten la entrada de la luz y refrescar los interiores a primeras horas del día. Esto permite desde el primer momento que los interiores se calienten y que no sea necesario usar calefacción. Pero además, no necesitaremos encender la luz de las lámparas, lo que también supone un importante ahorro.