Si estás buscando una protección para tu terraza, porche o jardín, en el mercado existen actualmente diversas opciones. Una de las más populares es la pérgola bioclimática, que permite usar la terraza casi todo el año, pues la protege del sol y de las inclemencias del tiempo.
Este tipo de pérgolas son un tipo de estructura que ha sido diseñada para maximizar las características climáticas de los sitios en los que se ubican, como la luz, el calor, el grado de humedad o las corrientes de aire. Siendo su principal función la de proteger y regular la temperatura de forma natural.
Se componen de una estructura de aluminio y de un techo de lamas gruesas que impiden el acceso del sol y que permiten regular tanto las corrientes de aire como la luz, ya que son orientables. Gracias a ello, podemos crear un espacio fresco y luminoso. Pero además, dichas lamas son impermeables, lo que protege también el lugar de las inclemencias del tiempo como la lluvia y la nieve, y se encuentran dotadas de un sistema de drenaje y canalización del agua de la lluvia.
¿Cómo funcionan?
Si en el pasado, las pérgolas se usaban para proporcionar sombra con plantas trepadoras, en la actualidad, este tipo de estructura ha experimentado importantes avances. Su techo de lamas orientables se mueve para regular la luz, el calor, la lluvia, la humedad y el movimiento del aire, permitiendo el paso de la luz en invierno y protegiendo del sol en verano.
Funcionan a través de un mando, con el que las lamas pueden orientarse en tres posiciones distintas: abiertas, a 45 grados o cerradas. Cuando se encuentran totalmente cerradas, se evita la entrada del sol y del agua de la lluvia. Además, esta última es redirigida mediante unos bajantes y unos canales a través de la estructura de la pérgola, filtrándose por los pilares de los lados.
¿Cuáles son las ventajas de las pérgolas bioclimáticas?
Actualmente, las pérgolas bioclimáticas son una de las opciones preferidas por los arquitectos, ya que constituyen una solución para muchas necesidades. Ideales para crear exteriores cómodos independientemente de las condiciones climáticas:
- Ahorro energético y económico: al manejar la temperatura del lugar de forma natural, es posible reducir notablemente el consumo de energía. De este modo, es posible reducir también el uso de otros sistemas de climatización que pueden tener un precio más alto y ser mucho más contaminantes para el medio ambiente.
- Regulan la entrada de luz: las lamas están motorizadas, por lo que es posible modular la luz que entra a través del techo. Se realiza de una menara muy cómoda, por lo que en verano podemos reducir unos grados la temperatura sin problema, siendo la diferencia bastante notable.
- Protegen de la lluvia: cuando se prevé que va a llover, sus lamas pueden cerrarse totalmente y están preparadas para la evacuación del agua. Pero también podemos encontrar algunos modelos con sensores de lluvia que se preparan para las lluvias de forma automática.
- La instalación no requiere de obras: la mayor parte de las que podemos encontrar actualmente en el mercado no requieren de obras para su instalación. Es verdad que hay algunas que sí, pero no suele ser habitual. Pueden ser portátiles o instalarse de forma adosada en la terraza, el jardín o cualquier otro sitio donde queramos disfrutar de ella.
- Mantenimiento sencillo: su diseño está preparado para resistir a las adversidades climáticas. Por esta razón, duran mucho tiempo aunque se encuentren a la intemperie. Además, las lamas se limpian fácilmente con agua y jabón si hay mucha suciedad, o con un poco de vinagre disuelto en agua. Un procedimiento que no es necesario realizar más de dos veces al año.
- Favorecen la ventilación: sus lamas se encuentran colocadas de tal forma que se orientan de manera automática para permitir el paso de la brisa o el viento. Con lo cual, tendremos el control en todo momento. Podemos optar por una brisa suave o evitar que l viento pase por completo.
- Diseño atemporal: gracias a este tipo de pérgolas, es posible mantener en óptimas condiciones los muebles de exterior, tanto en un porche, como en un patio o en una terraza.